CORRER DESCALZOS
Mucho se ha hablado en los últimos tiempos sobre correr descalzos. Hay opiniones para todos los gustos, los más clásicos dicen que es una moda que pasará pronto, otras tendencias nos dicen que es el cambio más espectacular que dará el mundo del running. La idea es bajar la amortigüación de las zapatillas especialmente en el talón, se cree que las zapatillas que usamos normalmente (que sólo se han usado en los últimos 40 años) son las causantes de debilitar la musculatura del pie y provocan muchas lesiones típicas del corredor. Muchas marcas han sacado ya sus modelos minimalistas aunque todavía prevalecen en el mercado las convencionales.
Aqui les dejo un fragmento de un artículo de Daniel Lieberman, un corredor e investigador americano que publicó en la revista Nature en 2010 sobre el ta. Como casi todo, es un movimiento que empezó hace unos años en U.S.A y ahora esta llegando aquí.
LOS PATRONES DEL IMPACTO DEL PIE Y LAS FUERZAS DE COLISIÓN
DE FORMA HABITUAL COMPARANDO LOS CORREDORES CALZADOS Y DESCALZOS
Los humanos han participado en las carreras de resistencia
durante millones de años pero el calzado moderno de running no se inventa hasta
la década de los 70. A
lo largo de la historia los corredores fueron o descalzos o con zapatillas
mínimas como sandalias, con talones muy finos con poca amortiguación en
comparación con las zapatillas en la actualidad. Nos preguntamos como los corredores
se enfrentaron a los efectos causados en los pies al chocar con el suelo antes
de la invención de la zapatilla moderna. Aquí mostramos que los corredores de
resistencia descalzos aterrizan con la parte delantera del pie, algunos lo
hacen con la parte media, y los menos con el talón. Por el contrario, los
corredores con zapatillas en su mayoría primero aterrizan con el talón
facilitado por lo elevado y acolchado de las zapatillas modernas. Los estudios
demuestran que incluso en superficies duras los corredores descalzos generan
una menor colisión que los corres con zapatillas. Esta diferencia resulta
principalmente de una flexión plantar mayor en el aterrizaje y una mayor
conformidad del tobillo durante el impacto, disminuye la masa del cuerpo que
colisiona con el suelo. Los corredores que aterrizan con la parte delantera y
media del pie fueron probablemente más comunes cuando se corría descalzo o con
zapatillas mínimas, esta forma de correr puede proteger los pies y las
extremidades inferiores de algunas de las lesiones más comunes entre los
corredores.
El momento de la carrera más perjudicial puede ser cuando el
pie choca contra el suelo. La colisión puede ocurrir de tres formas: 1) El
talón aterriza primero (en inglés RFS),
2) se aterriza con la parte media del pie y el talón a la
vez (en inglés MFS), 3) La parte delantera del pie aterriza primero y luego lo
hace el talón (en ingles FFS). Los sprinters usan el FFS, pero entre el 75% y
80% de los corredores de fondo usan el RFS. En el primer caso RFS los
corredores deben hacer frente al impacto contra el suelo aproximadamente entre
1.5 y 3 veces el peso corporal.
El impacto asociado a la forma de correr RFS y la
consiguiente carga que se desplaza rápidamente por el cuerpo puede contribuir a
la incidencia de lesiones como fracturas por estrés tibiales o fascitis
plantares. Las zapatillas modernas están diseñadas para hacer más cómodo la
forma de correr RFS y menos lesivas usando materiales elásticos en el talón
para absorber parte de la fuerza y extender el impulso más tiempo.
La almohadilla del talón también amortigua el impacto, pero
en menor medida, planteando la cuestión de cómo los corredores golpeaban el
suelo antes de la invención de la zapatilla moderna.
El corredor medio golpea el suelo unas 600 veces por
kilómetro haciendo a los corredores propensos a lesiones por esfuerzo
repetitivo. La incidencia de este tipo de lesiones se han mantenido durante 30
años, a pesar de los avances tecnológicos que mejoran la amortiguación y
control de movimiento en las zapatillas modernas. Las zapatillas con talones
altos limitan la propiocepción y hacen más fácil a los corredores aterrizar con
el talón. Además muchas zapatillas tienen soportes para el arco, lo que hace
que se debiliten los músculos del pie, esta debilidad contribuye a la pronación
excesiva y requiere un mayor esfuerzo a la fascia plantar, lo que puede
llevarnos a sufrir fascitis plantar.